TEMAS Y MEDITACIONES GRATIS 4

sábado, 17 de marzo de 2012


NUESTRO MAYOR GOZO

«Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud» (Salmo 143:10).

El aeropuerto de Atlanta, Georgia, es el más transitado del mundo. Es también la base de operaciones de al menos una de las mayores compañías aéreas del planeta. Por ese aeropuerto pasan cada día más de 240,000 personas de camino a casi todos los destinos de la tierra.

Es imposible no fijarse en cuánta gente trabaja allí. Los hay que limpian el piso, otros vacían las papeleras y aún otros que se pasan el día limpiando los baños.

Hay empleados que se llevan la basura que depositamos en los contenedores que ponemos delante de nuestras casas. Llueva, nieve o haga sol, ellos cumplen fielmente su tarea. Todas esas personas que trabajan limpiando los baños del aeropuerto o llevándose la basura trabajan para poder mantener a sus familias. Su trabajo es humilde, pero importante.

Hace años leí una ilustración sobre la importancia de hacer la voluntad de Dios, sea la que sea. Se trataba de dos ángeles que habían sido llamados ante el Todopoderoso, a uno de los cuales se le había pedido que viniera a la tierra y gobernara la más poderosa nación y al otro se le pidió que bajara y fuera a la aldea más pobre y trabajara en el basurero. Ambos ángeles eran felices porque su mayor gozo era hacer la voluntad de su Padre.

Cada vez que pienso en este ejemplo, me emociono. Hace que recuerde las palabras de Jesús: «El que es el mayor de vosotros sea vuestro siervo, porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla enaltecido» (Mat. 23:11-12).

Hacemos todo lo posible para que nuestros hijos reciban la mejor educación posible y no tengan que limpiar suelos o recoger basura. Además, queremos que se formen para dar lo mejor de sí mismos. Con todo, no debemos olvidar que hay algo aún más importante que nuestro trabajo — de basurero u oficinista, da lo mismo —: se trata de hacer la voluntad de Dios. Nuestro mayor gozo radica, no en hacer propia voluntad, sino la suya. (Basado en Mateo 6:10)

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill






DETENER LA HEMORRAGIA

«Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"» (Lucas23:34).

Cuando nos cortamos, sangramos. Pero Dios nos puso en la sangre unas células llamadas plaquetas que, al desencadenar un proceso de coagulación, dan inicio a la curación. Sin plaquetas, una persona podría morir desangrada.

Si alguien nos ofende o nos causa algún daño, nuestra naturaleza tiende a hacernos sentir amargura y resentimiento. Si no nos ocupamos de ellos, esos sentimientos pueden llegar a causar una «hemorragia» emocional y espiritual.

Hace algún tiempo hablé con un matrimonio cuya hija había sido asesinada por su esposo. El yerno cumplía condena en la cárcel y ellos habían acogido a su nieto.
El problema era que la mujer, en particular, estaba enfermando a causa de la amargura y el resentimiento hacia su yerno. Y, lo que es peor, su fe y su relación con su nieto empezaban a verse afectadas.

Es evidente que, en ese matrimonio, la amargura era la causa del resentimiento y el odio que empezaba a sentir la abuela hacia su nieto. Eso significa que la amargura no se dirige únicamente hacia la persona que nos ha ofendido, sino que, a menudo, afecta a nuestra relación con terceros, generalmente miembros de nuestra familia.

Oré con la pareja y pedí al Señor que les concediera el don del perdón. La señora me dijo que no había querido orar para pedir el don de perdonar a su yerno porque creía que, de hacerlo, habría significado que la muerte de su hija no le importaba. Le hice ver su error. Tenía que orar para que Dios pudiera sanar su odio o, de lo contrario, tendría que vivir con la sensación de que cada día asesinaban a su hija. Como puede ver, la amargura y el resentimiento son un freno para la vida. Hacen que vivamos anclados en el pasado.

Al igual que las plaquetas detienen las hemorragias y empiezan el proceso de curación, el don del perdón corta el paso a la amargura y al resentimiento para que no destruyan nuestra vida.( Basado en Mateo 6:12)

Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill







LA LENGUA, ESPADA DE DOBLE FILO

Un hombre empezó a esparcir rumores sobre uno de sus vecinos. En pocos días,
todo el vecindario conocía los chismes, que no tardaron en llegar a oídos de la persona involucrada.
Por supuesto ella se ofendió mucho y quedó muy dolida.

Con el tiempo, la persona que empezó a esparcir los rumores descubrió que lo que ella había dicho era completamente falso.
Buscando resarcirse de su error, fue a ver a un sabio para preguntarle qué podía hacer para reparar el mal que había hecho.

El sabio respondió: Ve al mercado, compra una gallina y mátala. En el camino hacia tu casa, quítale todas las plumas y tíralas,

una por una, a lo largo del camino.

Bastante soprendido por el consejo, pero sin ánimo de contrariar, hizo lo que el sabio le había pedido.
Y al día siguiente volvió a ver al sabio y le preguntó: ¿qué hago ahora?

El sabio le pidió que hiciera lo siguiente:
Ahora regresa por el camino que tomaste al ir del mercado a tu casa y junta todas las plumas que tiraste ayer para traérmelas a mí.

Siguiendo las recomendaciones, la persona tomó el mismo camino,
pero quedó tremendamente descepcionada ya que se dio cuenta que el viento había volado todas las plumas,
llevándolas quién sabe dónde. Apenas consiguió recuperar 3 plumas, y eso después de muchas horas de búsqueda.

Cuando regresó para ver al sabio para contarle su fracaso, él le dijo:
Ya ves como es sencillo tirar las plumas por el camino y casi imposible recuperarlas. Así es también con los rumores y los chismes.
No lleva mucho tiempo esparcirlos, pero una vez hecho, uno nunca puede deshacer totalmente el daño realizado".

Salmos 34:13
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.









Y,,,,DIO SU VIDA POR SUS AMIGOS

Al final de la primera guerra Mundial, un destacamento de soldados ingleses esperaba entrar en un pequeño pueblo cerca del Rhin (Francia)

cuando repentinamente un soldado salió corriendo de un edificio gritando: "¡Alerta!", Instantáneamente una descarga de rifles le dejaron muerto en el suelo.

Pero la advertencia salvó a la compañía de una emboscada.

El destacamento luchó haciendo retirar al enemigo y pronto se supo la historia del que les había salvado.

Era un soldado de la guardia real irlandesa,

prisionero de los alemanes quien conociendo los planes del enemigo esperó el momento oportuno y sacrificó su propia vida para salvar la de muchos

Reconocidos y conmovidos los ingleses le dieron una buena sepultura, poniendo sobre ella una cruz con este texto: "A otros salvó, a sí mismo no se pudo salvar".

Estas fueron precisamente las palabras que los judíos lanzaron contra Cristo cuando estaba pendiente de la cruz.

No pudo salvar a otros y a sí mismo a la vez, y prefirió sacrificarse él en favor de otros, incluso de aquellos que le crucificaron.

Juan 3.16
De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en El cree, no se pierda, sino que tenga










SER FUERTE

Ser fuerte es amar a alguien en silencio.
Ser fuerte es irradiar felicidad cuando se es infeliz.
Ser fuerte es intentar perdonar a alguien a quien nos cuesta perdonar.
Ser fuerte es esperar cuando no se cree en el retorno.
Ser fuerte es mantenerse en calma en momentos de desesperación
Ser fuerte es demostrar alegría cuando no se siente.
Ser fuerte es sonreír cuando se desea llorar.
Ser fuerte es hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón hecho pedazos.
Ser fuerte es callar cuando lo ideal sería gritar a todos su angustia.
Ser fuerte es consolar cuando se precisa de consuelo.
Ser fuerte es elogiar cuando se desea maldecir.
Por eso, por más difícil que tu vida pueda parecer: ámala y sé fuerte....
.
???Hablar del corazón significa que son nuestros sentimientos de los que habla ya que obviamente nuestro corazón no habla

pero en nuestra forma de actuar es donde podemos ver lo que nuestro corazón tiene dentro y los pensamientos,

ya sean correctos o equivocados serán los que manifiesten en lo físico lo que traemos dentro de cada uno de nosotros.???








Las lágrimas nos incomodan.


Cuando vemos a alguien llorando no sabemos bien qué hacer. Comenzamos a buscar en nuestra mente alguna frase que ayude o anime a la persona, o por lo menos que haga que deje de llorar. Seguramente se debe, al menos en parte, a que muchos hemos crecido en ambientes en los cuales no era aceptable llorar. De diferentes formas se nos insinuó que las lágrimas no se ven bien en los verdaderos ganadores de este mundo.
Las lágrimas, sin embargo, son una forma visible de mostrar compasión. Jesús lloró. Lloró en la tumba de Lázaro. Lloró cuando vio el estado espiritual de Jerusalén. Según Hebreos, fue oído en Getsemaní porque ofreció «ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas» (5.7).
Su ternura marca un fuerte contraste con la actitud de los pastores de Israel. La denuncia de Ezequiel constituye uno de los pasajes más duros que las Escrituras dirigen a los que ocupan puestos de responsabilidad: «No fortalecisteis a las débiles ni curasteis a la enferma; no vendasteis la perniquebrada ni volvisteis al redil a la descarriada ni buscasteis a la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia»

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